Dickens nos traslada una confesión encontrada por azar en una de las prisiones de la época de Carlos II de Inglaterra. De esta forma se ocultaban los autores de miradas y lecturas indiscretas, y así es como Dickens nos cuenta los recuerdos que afloran a la mente de un condenado a muerte que nos dice, que ya desde niño tuvo "una naturaleza desconfiada, reservada y hosca", y que tenía envidia de su hermano por ser "generoso, de corazón abierto, de mejor aspecto físico, más satisfecho de la vida y en general, amado". Todo ventajas. "Ésta será la última noche de mi vida, por lo que expresaré toda la verdad sin disfraz alguno. Nunca fui un hombre valiente, y siempre, desde mi niñez; tuve una naturaleza desconfiada, reservada y hosca. Hablo de mí mismo como si no estuviera ya en el mundo, pues mientras escribo esto están cavando mi tumba y escribiendo mi nombre en el libro negro de la muerte".