¿Por qué promover la promoción de la lectura?
Hoy, más que nunca, vale la pena pensar, qué es leer y para qué o por qué lo hacemos.
Las posibles respuestas a esta pregunta son las que motivaron este intento de buscar estrategias y situaciones para promover la formación de lectores de literatura desde la infancia con el fin de que no surjan dificultades posteriores con la lectura, ni problemas de comprensión con los textos literarios, ni con los de otras disciplinas.
Un buen lector, un lector autónomo que sabe elegir lo que quiere leer, no tiene problemas de comprensión, ni de interpretación de lo que lee y, a la vez, posee una tendencia a usar bien las tecnologías y no a sucumbir hipnóticamente ante ellas.
Distintas formas de la cultura escrita nos rodean por todas partes. Sabemos que leer es, en definitiva, pensar y que por eso no es posible pensar la lectura como un acto pasivo y simple en que el receptor recibe un mensaje unívoco del emisor. Sino que leer es pensar para comprender, interpretar, reflexionar.