Nadie habĂa mirado a Margot Addams como lo hizo aquel aspirante a bombero el verano del 71. Ella, con su ingenuidad por bandera, sus pensamientos un tanto disparatados, y un sentido de la libertad no apto para todos los pĂșblicos, descubriĂł la magia del primer amor en el fondo de unos ojos tan azules como el cielo en verano.
Nadie se habĂa acercado tanto al corazĂłn de JC Gallagher como lo hizo aquella muchacha tan ingeniosa. Ăl, que no creĂa en el amor y que solo deseaba concentrarse en su profesiĂłn para no defraudar a su padre, se dejĂł arrastrar por la energĂa de un torbellino de rostro inocente.
Nadie les dijo lo difĂcil que serĂa estar juntos; nadie les hablĂł de los sueños rotos, del miedo que les agujereaba por dentro ni de la desilusiĂłn.
Tuvieron que ser valientes para descubrir por sĂ mismos si habĂa un lugar para ellos y averiguar cĂłmo conseguir que las dudas y la oscuridad se desvanecieran. No fue fĂĄcil, pero cuando se miraban a los ojos y se cogĂan de la mano, nada mĂĄs importaba.
Solo habĂa que abrir el corazĂłn y dejar entrar el sol.