«Hablar bien de nuestra época resulta contracultural», escribe el autor al inicio de este ensayo. Estamos ante un libro que procura señalar precisamente los aspectos positivos de una sociedad que, sin duda, está empeñada en no verlos. Armando Zerolo propone así una visión de nuestro tiempo que, sin dejar de lado la crítica, abre un espacio a lo posible, a lo que está por venir. Su carácter templado, que no tibio, como escribe Higinio Marín en el prólogo, se expone a lo frío y lo caliente sin subterfugios, revelándose flexible y resistente a la vez.
Época de idiotas. Un ensayo sobre el límite de nuestro tiempo aborda con toda clase de referentes, desde literarios hasta cinematográficos, la manera en la que los «idiotas» —aquí aquellos chivos expiatorios que asumen sobre sí los males del mundo: los Quijotes, los Cándidos de Voltaire, los Pasolini o las Teresa de Lisieux— han nacido para redimirnos. Haciendo un repaso por grandes pensadores y artistas, Zerolo construye un ensayo culto y razonado sobre cómo permanecer en el límite nos permite conservar lo que tenemos y a la vez dejarnos permear por el futuro, puesto que si hay esperanza es porque «el límite es el lugar del encuentro»