La gota de sangre (1911) es una de las primeras novelas de detectives en la literatura española. La historia sigue a Ignacio Selva, un hombre de clase alta que, tras ser acusado injustamente de un crimen, decide emprender su propia investigación para limpiar su nombre. Ambientada en una España de principios del siglo XX, la novela se despliega en una atmósfera de misterio, explorando las intrigas y desafíos que enfrenta Selva mientras intenta resolver el enigma detrás del asesinato.
A medida que Ignacio se adentra en la investigación, se enfrenta a obstáculos, sospechas y revelaciones que lo conducen a un juego de deducciones y reflexiones sobre la justicia y la naturaleza humana. La obra mezcla intriga y crítica social, mostrando los prejuicios y defectos del sistema judicial de la época. La gota de sangre es una historia de suspense y reflexión, que mantiene al lector en vilo mientras se despliega el enigma en torno a la gota de sangre que desencadena la trama.