A raĂz del surgimiento y la implementaciĂłn de las teorĂas liberales, la aceptaciĂłn de la persona como titular de derechos y del Estado como garante de los mismos, se invierte por completo la concepciĂłn reinante respecto de la estructura del poder y del papel del Estado y los lĂmites al mismo; de un ejercicio de autoridad irresponsable y abusivo se avanza hacia un poder estructurado con base en el respeto al principio de legalidad, la dignidad humana y la libertad, asĂ como responsable en caso de hacer uso desproporcionado de sus atribuciones. Es en este contexto histĂłrico de lucha contra el poder desmedido en el que surge ante el ordenamiento jurĂdico la idea de la persona como objeto del mismo, como fin Ășltimo del Estado, cuyos derechos delimitan y condicionan el ejercicio de la autoridad2. AllĂ se inicia el desarrollo de la teorĂa de los derechos humanos.