La infancia de Raimundo de la Cruz Leyton transcurre tranquila, ajena a los quehaceres políticos de su padre, diplomático de la Junta Militar, y los compromisos de su madre, quien debe acompañar la agonía del patriarca: don Leonidas Leyton. El resguardo militar de la Casa Roja los mantiene seguros, hasta que Raimundo descubre «algo» viviendo bajo la capilla... un ángel o un fantasma, una voz maldita que suplica: «Mátenme, por favor». Con ella entran en su vida el horror y la monstruosidad, que lo acompañarán a lo largo de los años, revelando los oscuros secretos de su linaje.