-en Español neutro- es una obra escrita por Sigmund Freud en 1920.
Dentro de la serie de escritos metapsicológicos de Freud, la presente obra inaugura la fase final de sus concepciones:
Aunque ya había llamado la atención sobre la compulsión de repetición como fenómeno clínico, aquí le atribuye las características de una pulsión. Plantea por primera vez la nueva dicotomía entre las pulsiones de vida y muerte. Encontramos también indicios del nuevo cuadro estructural de la mente que dominará todos sus escritos posteriores. Finalmente, hace su primera aparición explícita el problema de la destructividad, cada vez más prominente en sus obras teóricas.