MarÃa de Salinas, dama y fiel amiga de Catalina de Aragón, esposa de Enrique VIII, está en sus últimas horas. Ha compartido toda una vida con su desventurada reina y prima y, con ella, el destierro en un paÃs, Inglaterra, lejos de la Castilla que la vio nacer. Hace tres años que la vio morir y ahora, demasiado enferma para viajar, escribe a su hija, Catherine Willoughby, la joven condesa de Suffolk, una carta en la que le cuenta su vida: una vida que no puede ser contada sin la de su reina y mejor amiga, Catalina de Aragón, hija menor de los Reyes Católicos. En dicha carta, le cuenta por qué tomó las decisiones que tomó en su vida, empezando por la de mantenerse siempre fiel a su reina y por qué quiso compartir su destino y quedarse en Inglaterra con ella, viviendo buenos y malos tiempos y hasta el final aciago de la infeliz reina.