Ărase un rey que vivĂa y reinaba la mayor tranquilidad en su prĂłspero estado. Su esposa era cariĂąosa, hermosa y encantadora. Eran felices, aunque solo tenĂan una hija, linda y virtuosa. VivĂan en un palacio magnĂfico, tenĂan hermosos caballos en las cuadras, pero lo que mĂĄs llamaba la atenciĂłn era un asno, que en el punto mejor y mĂĄs vistoso de la cuadra erguĂa con arrogancia sus largas orejas. Este animal tenĂa el privilegio de que lo que comĂa salĂa transformado en relucientes escudos de oro, que eran recogidos todas las maĂąanas. TurbĂł la felicidad de los regios esposos una aguda enfermedad sufrida por la reina, que terminĂł con su vida, siendo grande la desesperaciĂłn de su esposo.