El título de un poema mítico del mítico poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum ha dado nombre a este curioso proyecto: recoger en una antología a treinta poetas de países lejanos entre sí. Treinta poetas que, en principio, nada, ni ideológica ni geográficamente, deberían tener en común. Me refiero al poema Prohibido fijar carteles. Un título que parece tener alas para volar, de continente a continente, en nombre de la poesía.
Pero este curioso, original proyecto de antología poética, esa idea de reunir poetas de distintos países de Europa y de las dos Américas sin que nada, en principio (excepto el hecho de escribir poemas) los/las una, obedece también a una segunda premisa muy importante que acaba de fundamentar el proyecto: la que recoge un verso de otro gran poeta, el venezolano Eugenio Montejo: "Pertenecemos más a nuestra época que a nuestro país". Es decir, no solo perteneces al lugar en que naces, pertenecemos a una época, a un tiempo, a una historia.
El lector encontrará aquí a treinta poetas con su diferente mirada, su vida. Cada cual con su particular voz, su lucha, su soledad. Su manera de buscarse, de perseguir otro mundo, conscientes de que el que vivimos nos pide otra vuelta de tuerca: abriendo, pues, los caminos que lleven a otro tiempo, otra historia que podamos llamar nuestra.