Veinticuatro horas en la vida de una mujer (1927) es una de las novelas cortas más conocidas de Stefan Zweig. La historia se desarrolla en la Costa Azul, donde un grupo de huéspedes de un hotel debate apasionadamente sobre una mujer que ha abandonado a su familia por amor. En medio de la discusión, una distinguida dama inglesa, Mrs. C., rompe el silencio y decide compartir un episodio crucial de su propia vida. Su relato nos traslada a Montecarlo, donde, años atrás, conoció a un joven jugador en plena crisis de desesperación tras perderlo todo en el casino. Impulsada por la compasión, Mrs. C. se acerca a él con la intención de salvarlo, pero esa ayuda desinteresada se convierte rápidamente en una relación intensa, marcada por la pasión y el descontrol. Durante esas veinticuatro horas, experimenta emociones extremas: atracción, deseo, ternura, decepción y desilusión. El joven, atrapado en la adicción al juego, no logra escapar de su destino, lo que lleva a la protagonista a enfrentar un doloroso despertar. Con su característico estilo introspectivo y psicológico, Zweig retrata la fuerza arrolladora de la pasión humana, la fragilidad moral y la complejidad de los sentimientos que pueden transformar una vida en tan solo un día.