A lo largo de la historia, el arte ha dedicado un espacio importante a la presencia del animal, su simbolismo y la tematización de los vinculos afectivos que tienen lugar entre especies, elaboraciones que resuenan hasta nuestros días. El autor da cuenta de ese devenir, lo actualiza en el tiempo y lo aterriza en el contexto de su propia experiencia como profesor de una escuela de artes. De esta manera, el libro configura una suerte de intertexto donde toman voz la historia del arte, los estudios visuales, la filosofía, la estética, el estudio de los símbolos y la literatura. En la manera como teje sentido entre temporalidades, especies y espacios, propicia una suerte de paneo conceptual que, apesar de la amplitud de mirada, no resulta superficial ni ligero, más bien da cuenta de una manera afortunada de entender y aplicar la transdisciplariedad académica. Esta serie de ensayos configuran un modo ejemplar de abordar la investigación-creación desde las artes, de operar un rastreo arqueológico y de acotar una reflexión analítica, que se destaca como acción ethopoiética, es decir, como expresión de una vida, implicada con los actos, las convicciones y las posturas que en determinado momento asumimos, a pesar del riesgo que tales acciones entrañan. Una manera de reelaborar el relato de la propia existencia que, como lo reitera el autor del libro, se convierte en punto de quiebre para exteriorizar una particular techné del mundo afectivo.