Hasta el final de su vida, y durante más de diez años, Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) estuvo dedicado a la composición de la Eneida, unánimamente reconocida como el más perfecto exponente del clasicismo romano. Virgilio pretendió con ella ofrecer al público romano la gran epopeya de sus orÃgenes, que sirviera al tiempo como justificación y exaltación del nuevo régimen impuesto por el emperador Augusto. El resultado serÃa esta magistral combinación entre el pasado legendario de Roma y su historia reciente.