El libro reflexiona sobre tres categorías: jóvenes, cuerpo y masculinidad, que suelen estar presentes en debates académicos y que también pueden aparecer en los diálogos que se dan en una cena familiar, en un encuentro entre amigos o en las conversaciones de pareja. Las relaciones que se establecen entre la construcción de la masculinidad, el cuerpo y la juventud provocan diversas preguntas, respuestas y juicios de valor. De hecho, al poner estas categorías en el escenario de las artes marciales mixtas, AMM, se proyecta la noción de que es una práctica de hombres rudos con sed de enfrentamiento, a través del desbordamiento y el despliegue de la fuerza y las habilidades de lucha. Sin embargo, lo que nos dicen los jóvenes respecto a lo que consideran sobre la masculinidad y el cómo la han construido tiene un panorama mucho más complejo. En los discursos de los jóvenes, asociados a sus biografías, se reconoce la potencia de la familia, la escuela y los amigos a la hora de construir significados sobre el cuerpo masculino y la decisión de adscribirse a ciertas prácticas que contribuyen a configurar sentidos y a erigir complicidades.