Es necesario despertar, en toda la Iglesia evangélica de España, un sentido de identidad común basado en los principios y valores de la Reforma, que fortalezca un testimonio vivencial de Jesús en medio de la sociedad española del siglo xxi. Necesitamos recordar que los principios comunitarios, éticos, civiles, de progreso y derechos humanos, entre otros; provienen de una lectura no religiosa de las Sagradas Escrituras.