Bruno Caballero, un antihéroe encantador, divorciado y con un trabajo que no le gusta, decide hacer un master en seguridad para reorientar su vida y su carrera profesional. En el trascurso de unas prácticas de empresa, en un complejo de ocio en construcción en la Costa Brava, se las tendrá que ver con cocineros con muy mala leche, ejecutivos sin escrúpulos, ladrones, vagos y maleantes. Su jefe directo, al estar de baja, le dejará solo ante el peligro y, poco a poco, golpe a golpe, se irá labrando un nombre dentro de la compañía. Hasta que aparece un cadáver en una de las montañas rusas a pocos meses de la inauguración. Todo apunta al director del proyecto, el jefe de seguridad está de baja y la subdirectora ha sufrido un ataque de ansiedad. El siguiente en la lista es Bruno Caballero, el de las prácticas.