La gestión del riesgo en un contexto más amplio, equivale a la gestión integrada de recursos hídricos, la cual busca cambiar y adoptar prácticas de gestión para alcanzar el desarrollo sostenible y garantizar el recurso para las presentes y futuras generaciones.
Los riegos, son inherentes a la interacción de los seres humanos con el agua y están relacionados con la alteración del ciclo hidrológico natural debido a la transformación del entorno y los ecosistemas, al crecimiento no planificado de la demanda sobre una oferta neta de agua limitada para la provisión de bienes y servicios ambientales de la población, al impacto de la contaminación del suelo y el agua debido a la actividad doméstica, minera y agroindustrial, ya la vulnerabilidad de los sistemas frente a la variabilidad y el cambio climático. Sumados a la debilidad de las instituciones para responder oportunamente en situaciones de amenaza frente a eventos socio-naturales. La gestión del riesgo se enfoca en el manejo del déficit por cantidad y calidad de agua y en el manejo del exceso de agua por las inundaciones, avenidas torrenciales y/o deslizamientos. Esta se realiza a través de la identificación, evaluación y priorización de las fuentes potenciales de amenaza, las causas y sus consecuencias, las características y la magnitud de los daños o pérdidas humanas y económicas, enmarcadas en las condiciones culturales, sociales, ambientales, económicas e institucionales de las poblaciones.