La verdadera y entrañable base para un buen futuro es el corazón, que yo he encontrado, ya de mayor, en Diana. Por eso he revisado y liberado de lastres a este libro, que fue el primero que escribí, cuando solo tenía ciencia; pero me faltaba lo fundamental: el amor. La voz, la inspiración y las manos de Diana, capaces de conectar a Dios con su piano.