«1932. España estaba entonces llena de parĂĄsitos, sus mendigos. Ăbamos de pueblo en pueblo, por AndalucĂa porque hace calor, por Cataluña porque hay dinero, pero todo el paĂs nos era propicio. AsĂ que fui un piojo mĂĄs, y con conciencia de serlo. En Barcelona frecuentĂĄbamos sobre todo la calle del MediodĂa y la calle del Carmen. A veces dormĂamos seis en una cama sin sĂĄbanas y al amanecer Ăbamos a mendigar por los mercados. SalĂamos en grupo del Barrio Chino y nos desperdigĂĄbamos por el Paralelo con un cesto colgado del brazo porque las amas de casa preferĂan darnos un puerro o un nabo antes que un cĂ©ntimo. A eso de las doce volvĂamos con lo cosechado y nos preparĂĄbamos una sopa. Voy a describir las costumbres de los parĂĄsitos.»
Tras la reediciĂłn en 2021 de «Diario del ladrĂłn» en Francia, siguiendo el texto original de 1948 y recuperando tĂ©rminos, frases y hasta pĂĄrrafos censurados en su momento por pornogrĂĄïŹcos, se hacĂa urgente una nueva traducciĂłn de este monumento poĂ©tico y erĂłtico de la literatura del siglo XX.