¿Sabes qué he anhelado toda mi vida? Vivir mi propósito. Es decir, algo grande que haga que mi vida importe. ¿Sabes cómo he vivido gran parte de mi vida? Estresado y decepcionado. Mi búsqueda incesante de propósito ha sido como resolver un misterio escurridizo. A veces se veía tan lejos, y otras veces se sentía tan cerca, pero siempre se escapaba. Perdía el sueño pensando que se me iban los años y mi propósito no aparecía. ¿Te ha pasado eso a ti?
Pero, ¿qué tal si nuestro propósito ya está dado? ¿Qué tal si nuestro propósito nunca ha estado escondido porque encontrarlo nunca fue la encomienda? Diseña tu propósito explora la idea de que nuestro propósito no es un misterio que debemos descifrar, sino una invitación de Dios a participar.
Dale forma a tu legado con un sistema práctico. Conoce cómo usar tus cuatro áreas de plenitud para tomar mejores decisiones y vivir en paz. Elimina de tu cabeza los mitos y expectativas que te agobian y deja que Dios te guíe a diseñar y a experimentar una vida llena de significado.