A veces es difícil vivir con las decisiones tomadas y, aún más, digerir los cambios que provocan. Esto hace que nos sintamos extraños frente al espejo y como auténticos desconocidos dentro de una sociedad llena de ruido, de prisa y de conflictos emocionales. No son pocas las personas que entonces, vuelven sus ojos anhelando lo que dejaron atrás y olvidan, que solo les faltaba por dar un paso más.