La teoría Lacaniana encuentra que placer y goce son conceptos cardinalmente opuestos. El placer emerge en la evaporación de la tensión, mientras que el goce existe dentro de la tensión misma; es decir, el goce se experimenta durante un proceso de inestabilidad y el placer cuando esta inestabilidad termina - cuando el individuo retorna a un estado homeostático -. Este libro explora la idea que cuando una escena de acción se ejecuta satisfactoriamente, el espectador experimenta goce durante la escena, y placer cuando esta concluye. En ¡Bang! EL GOCE EN EL CINE DE ACCIÓN, los autores estudian la forma de la escena de acción contemporánea, no necesariamente limitando el objeto ontológico al cine blockbuster, ni concentrando su atención en la representación de violencia en el audiovisual, sino abarcando aquellas escenas que se caracterizan por su capacidad de generar goce mediante la dramatización de actividad física y el manejo de la espectacularidad. El poder de la escena de acción está principalmente en lo sensorial, en el poder primario de la visión y la audición sin un paso necesario por el raciocinio. La fuerza de lo evocativo es racional; la comprensión de los hechos nos obliga a pensar. El uso de goce en el cine de acción busca que el espectador sienta, no que piense.