Las hernias de la pared abdominal se presentan en todas las etapas de la vida del ser humano, desde el recién nacido hasta el anciano, y el común denominador en el tratamiento de las mismas es la cirugía. Junto con la colecistectomía, es de los procedimientos quirúrgicos que con más frecuencia realiza el cirujano general. Las hernias de la pared abdominal son hallazgos frecuentes durante la exploración física o en estudios de imagenología (ultrasonido y tomografía axial computarizada). Muchas son asintomáticas, pero las complicaciones de una hernia estrangulada ameritan cirugía de emergencia y pueden asociarse a morbimortalidad alta. Para prevenir estas complicaciones se recomienda la cirugía en la mayoría de los pacientes.
Las técnicas quirúrgicas más empleadas en la actualidad son la reparación con mallas protésicas, con las que se evita la tensión en la herida, y sobre la malla se deposita tejido colágeno con la consiguiente mayor resistencia de la reparación y disminución importante de las recurrencias. El empleo de la cirugía de mínima invasión ha permitido una rápida recuperación del paciente con menos dolor.
Existen diferentes técnicas de hernioplastia que deben ser empleadas de acuerdo con la edad del paciente. En etapas tempranas de la vida muchas hernias umbilicales cierran espontáneamente durante los primeros meses de vida; sin embargo, las hernias inguinales permanecen abiertas y requieren tratamiento quirúrgico. El empleo de mallas en la población infantil es excepcional.