Una mañana de febrero, un desconocido telefonea al inspector Maigret: afirma que unos hombres le persiguen desde la noche anterior y está convencido de que su vida corre peligro. La llamada se interrumpe y se repite desde varios cafés de París, hasta que finalmente el teléfono deja de sonar. Esa misma noche, aparece el cadáver de un joven con el rostro desfigurado en place de la Concorde, y Maigret está convencido de que se trata del mismo hombre que lo ha telefoneado. A partir de ese momento el inspector siente que debe ocuparse personalmente de ese muerto, descubrir quién es, a qué se dedicaba, y por qué murió de un modo tan misterioso y estremecedor. Simenon crea una nueva trama magistral en la que se alternan los momentos de tensa calma con los de trepidante acción, y aprovecha los interludios para dar los toques de humor y humanidad que hacen del inspector Maigret uno de los personajes más emblemáticos de la novela negra.
"El mito de Maigret se ha convertido en uno de los más espectaculares de toda la historia del género criminal".
Salvador Vázquez de Parga
"Simenon sigue siendo nuestra gran asignatura pendiente como lectores".
Paco Camarasa
"Cualquier texto de Simenon parece escrito anteayer".
Benjamín Prado, Todos somos sospechosos (Radio 3)
"Simenon se las arregla para parecer un observador desinteresado a distancia del mundo que crea, mientras se lima las uñas. El belga fue un "boom" que se convirtió en gran escritor, cuando suele suceder lo contrario"
Luis M. Alonso, Faro de Vigo
"Un fiel representante del estilo y la forma literaria de su autor. Simenon en estado de gracia".
Ernesto Ayala-DIP, El Correo Español
"Simenon sobresale entre los autores de novela negra. Es más que un narrador de primera: cautiva, emociona y hiere como los grandes escritores".
Jordi Nopca, Ara