Los debates políticos y la producción académica en torno a los cuidados han crecido vertiginosamente en las últimas dos décadas. La economía del cuidado, los trabajos de cuidado, los sistemas nacionales de cuidado son las corrientes teóricas de mayor desarrollo. Este libro de investigación se inscribe en dichas discusiones y aporta una perspectiva novedosa al plantear que los procesos de alimentación familiar constituyen trabajos de cuidado. La novedad está dada por al menos cuatro cuestiones. Primero abordar los cuidados en perspectiva relacional colectiva, con carácter interdependiente, aspecto que problematiza la categoria de dependencia de la gran mayoria de análisis. Segundo, estudiar el proceso de alimentar una familia - desde el acceso a los alimentos, su conservación, preparación, consumo y desecho de sobras - como trabajo de cuidados en el que se ofrecen evidencias empíricas para entender las lógicas, el tipo y la naturaleza distintiva de los trabajos que constituyen el hecho alimentario, más allá de las categorías con las que la economía clásica ha conceptualizado los trabajos productivos. Tercero, examinar el acto alimentario desde un enfoque de género para reconocer la manera cómo las ideologías y las prácticas de los sistemas sexo/ genéricos sostienen desigualdades sociales en relación con un proceso social tan importante para el sostén de la vida humana, de la vida familiar y de la vida social como lo es el acto alimentario, aspecto escasamente explorado en los análisis nutricionales predominantes en materia alimentaria. Cuarto y último aspecto, analizar el proceso de alimentación en familias rurales de economía campesina, para develar las prácticas alimentarias que tienen lugar en un contexto que se supone es el escenario fundamental de producción de alimentos y aportar a los estudios sobre la ruralidad, escasamente abordados por las teorías feministas.