«Mi nombre es Marta, tengo diecisiete años y estaba enamorada de mi mejor amiga desde hace tres años. Sí, mejor amiga. Soy lesbiana. Mis padres creo que lo sospechaban, pero ella ni por asomo. Mi vida amorosa era prácticamente nula y ella insistía en presentarme amigos suyos. Hasta que le confesé mi amor y, sin darme cuenta, en apenas dos días mi vida dio un giro inesperado».