Ahamdanech se adentra en la psicología de dos mujeres distintas y distantes que tienen que afrontar su miedo en soledad. Con cobardía, Lola, una triunfadora que llena todas sus horas con el trabajo para no ver su necesidad de afecto y con valentía, Aixa, que ha conseguido escapar de una red de extorsión, pero no del miedo hacia aquellos que comerciaron con ella desde antes aun de salir de África. Y es en este mundo de desconocidos, en el que acaba por confiar Lola, donde aparecerá Héctor, un héroe anónimo al que el lector reconocerá por su nombre y por el guiño que encuentra en el título de la novela.
Los últimos hijos de Príamo es una novela de personajes donde la ciudad marginal es uno más de estos; quizás el más importante. La localización ha atrapado a sus vecinos en un laberinto sin salida habitado por la necesidad, ofreciendo un fresco de las capas más castigadas de la sociedad; un diario íntimo de quienes viven silenciosamente en los márgenes, cada día más anchos, de la desigualdad.