Durante 3 años, Daniel Utrilla intentará desentrañar el misterio de una noticia rusa de 1989.
El 9 de octubre de 1989, un mes antes de la caída del Muro de Berlín, la comedida agencia estatal de la Unión Soviética lanzó una noticia de fábula: en la ciudad de Vorónezh, a 500 kilómetros al sureste de Moscú, unos niños dijeron haber visto aterrizar una esfera de luz de la que emergieron dos o tres humanoides gigantes sin cuello y con tres ojos. La noticia abrió los telediarios de medio planeta y halló eco en las principales cabeceras de la prensa occidental. Ese día los extraterrestres eclipsaron al líder soviético Mijaíl Gorbachov, a su mancha y a la perestroika, su imposible plan de reajuste democratizador de la URSS. En busca de ufólogos, periodistas, científicos y testigos oculares, Daniel Utrilla viajará repetidas veces a Vorónezh para reconstruir con minuciosidad todos los detalles del «Roswell soviético», movido por una obsesión que lo mantiene unido al barrio madrileño de su infancia: San José de Valderas. Cargado de paciencia, de humor, de fascinación por un país que conoce a fondo, de lecturas y de herramientas del viejo reporterismo, sin prisas, sin Twitter, pero con hemeroteca, esta crónica escrita con los pies en la Tierra y la cabeza en las nubes reúne tres años de idas y venidas al corazón de Rusia, cuna de cosacos, premios Nobel, generales, inventores, poetas, científicos, santos y cosmonautas. Colección de personajes de la Rusia de hoy, botiquín de emergencia de la historia de la ufología, patchwork nostálgico de la España del felipismo, odisea interior, travesura cósmica y diario íntimo, homenaje al reporterismo lento y retrato de los últimos coletazos del imperio soviético; esta crónica es un cuento de hadas construido con retales de pura vida.
Un suceso paranormal, una presencia extraña, descubre qué hay detrás de la noticia de Vorónezh.
SOBRE EL AUTOR
Daniel Utrilla (Madrid, 1976) - De niño quiso ser paleontólogo. Simultaneó la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid con el arbitraje de fútbol («hasta el día en que quisieron pegarme los dos equipos») y se encomendó con ansia ciega al estudio del ruso, atraído desde su infancia por aquella terra incognita que no figuraba en los mapas castellanos medievales. Aprendió la artesanía del oficio en el Diario de Soria, en la tierra de sus ancestros. En marzo de 2000 cubrió desde Moscú para La Razón las elecciones presidenciales rusas que marcaron el arranque de la era Putin. Tres meses después, El Mundo lo nombra corresponsal en Rusia y durante los siguientes once años cubrirá la actualidad informativa de ese país y de la antigua Unión Soviética. Desde 2011 trabaja en el canal ruso RT en español. Está afincado en Moscú, escribe cuentos, mete goles en la Play desde fuera del área, alcanza la paz interior dibujando caricaturas y dice no haber perdido la esperanza de encontrar palmeras de chocolate en el espacio postsoviético. En Libros del K.O. ha publicado A Moscú sin Kaláshnikov. Una crónica sentimental de la Rusia de Putin envuelta en papel de periódico.