"Que no muera la aspidistra" de George Orwell es una novela mordaz y profunda sobre la lucha entre los ideales personales y las presiones de la sociedad. Ambientada en la Inglaterra de entreguerras, la historia sigue a Gordon Comstock, un joven poeta talentoso pero frustrado, que ha renunciado a un trabajo bien remunerado para dedicarse a la escritura y mantenerse fiel a sus principios. Sin embargo, la pobreza cotidiana y el peso de las convenciones sociales pronto ponen a prueba su determinación.
Gordon desprecia la obsesión de la clase media por el dinero, la respetabilidad y los símbolos de estatus, como la inquebrantable aspidistra, una planta resistente que adorna la mayoría de los hogares británicos. A lo largo de la novela, la aspidistra se convierte en un símbolo de la mediocridad, la conformidad y los valores burgueses que Gordon rechaza. Su vida, sin embargo, es una lucha constante entre el orgullo y la humillación, marcada por la escasez económica, la soledad y el sentimiento de fracaso.
A su lado está Rosemary, su paciente y comprensiva novia, quien representa una posibilidad de estabilidad y felicidad, pero cuya presencia también enfrenta a Gordon con sus contradicciones internas. Otros personajes, como Ravelston, amigo adinerado y bien intencionado, muestran las diferencias de clase y los dilemas morales que atraviesan la novela.
Orwell retrata con agudeza los dilemas de un hombre que se debate entre el deseo de independencia y la realidad de una sociedad donde el dinero parece ser la medida de todo. "Que no muera la aspidistra" es un relato sobre la dignidad, la frustración y la eterna tensión entre el arte y la supervivencia, que invita al lector a cuestionar los valores que rigen la vida moderna.
