La necesidad de publicar esta investigaci�n radica en la importancia de su hip�tesis: que la experiencia cumbre de todas las religiones y b�squedas espirituales, la vivencia m�stica (la unidad de la conciencia con lo absoluto, lo sagrado o el ser en general), consiste en una desarticulaci�n de la conciencia temporal, por lo que la comprensi�n de la propia existencia y del ser se alteran radicalmente respecto de la experiencia cotidiana. Esto implica que la comprensi�n de uno mismo y de la naturaleza que nos trasciende se modifica de una manera tan fundamental que el sentido de lo que denominamos coloquialmente �realidad�, �mundo� o �existencia�, se sacraliza, generando paradigmas en forma de estructuras simb�licas que han compartido las diferentes comunidades humanas a lo largo de la historia, tradicionalmente denominados �hechos religiosos�.
La temporalidad humana, desde la lectura de los textos de Eckhart, se presenta como la llave que permite exponer y explicar este hecho religioso fundamental. Esto, sumado al an�lisis del tiempo que hace el autor alem�n Martin Heidegger, permite entender que la comprensi�n de la existencia, que el ser humano muchas veces se jacta de dominar, es una interpretaci�n parcial y que el acercamiento a otros paradigmas respecto del sentido de la existencia y del ser en general aparecen como culturalmente valiosos, en tanto permiten ampliar la comprensi�n de lo que naturalmente se nos presenta como cotidiano.