En 1906 un acontecimiento real, el intento de volar el Observatorio de Greenwich por parte de un anarquista
llamado Martial Bourdin, inspiró a Joseph Conrad el tema de un relato magistral. Sobre el telón de fondo del
Londres de comienzos de siglo, una ciudad monstruosa e indiferente, se desarrolla la historia de un fallido
atentado que revela el turbio entramado formado por el terrorismo internacional, la acción de la policía y la
diplomacia deshonesta. Una profunda ironía que raya en comicidad impregna este relato intenso y armónico,
imprevisiblemente dominado por una figura femenina, en un comienzo marginal, a quien una pasión casi
maternal conduce a la locura y la desesperación.