Afectada por un trastorno pulmonar degenerativo, Haidi Grams carga con el lastre de la negligencia y el desamor de su padre, quien marcó su alma con huella indeleble, convirtiéndola en una muchacha derrotista y retraída. Tras pasar la adolescencia en un centro de menores, se ve obligada a buscar el único remedio para su enfermedad en Inglaterra, país caracterizado en esa época por tajantes medidas contra inmigración. Allí se embarca en una tórrida aventura con el irresistible Lord Ashley, a quien cautiva por completo con su cabello bermejo, su escasa talla y su candor pero éste, escarmentado de sus anteriores relaciones, se muestra receloso y mezquino con sus privilegios y su poder. Ignora que a Haidi apenas le queda tiempo.