Sofía se siente atrapada en su vida en Bruselas y ya no puede más. Desesperada, decide dejarlo todo atrás y
presentarse por sorpresa en casa de su hermano Héctor, en Madrid, con un regalo en el que tiene depositados
sus sueños, ilusiones y esperanzas.
Sin embargo, la sorpresa la recibe ella cuando descubre que Héctor se ha marchado de viaje y que quien está
viviendo en la casa es Mateo.
Precisamente Mateo que no puede caerle peor…
Mateo es el jefe de su hermano y está atravesando una mala racha. Su novia le ha dejado y además acaba
de descubrir un secreto familiar que le tiene trastornado, por lo que decide mudarse a casa de Héctor hasta
que las aguas se calmen.
Claro que estando esa chica en la casa poco puede calmarse porque Sofía le desquicia y le atrae a partes
iguales.
Es impulsiva, alocada, desordenada, caótica, habla por los codos, se dedica a hacer esculturas raras y le
encanta robarle todo lo que pilla.
Sofía no soporta al estirado del jefe de su hermano que es su perfecto polo opuesto. No obstante, el tío tiene
tan buen gusto que no puede resistirse a cogerle cosas del armario, de la nevera, del despacho… Y de nada
más.
Porque a pesar de que Mateo sea un cañonazo y le ponga como nadie, lo último que haría sería enamorarse
de él.
Y lo mismo le sucede a Mateo con ella...
Ambos son demasiado diferentes, ambos están cerrados al amor…
Si bien, una noche por culpa de una chaqueta de esmoquin y de un beso de lo más apasionado, descubren
que su atracción es irremisible, que poco más pueden hacer que dejarse llevar y tener una relación de puro
sexo sin compromiso.
¿Pero de verdad que lo suyo es solo sexo o sexo y algo más? ¿Podría surgir el amor entre dos personas que
se desean y detestan a partes iguales? ¿Se atreverán a ir más allá de sus prejuicios y temores y lanzarse a
vivir un amor de lo más apasionado y excitante?