Ăl siempre habĂa acudido en su rescate cuando le habĂa necesitado Lucy Cordell siempre habĂa vivido protegida, pero ya estaba preparada para salir del cascarĂłn. El problema era que no tenĂa ninguna experiencia con los hombres y necesitaba ayuda. ÂżY quiĂ©n mejor para ayudarla que el atractivo prĂncipe Damien de Montedoro? Damien solo se mostrĂł de acuerdo en introducir a Lucy en el arte de la seducciĂłn porque temĂa que pudiera pedĂrselo a otro en el caso de que Ă©l no lo hiciera. Y alguien tenĂa que protegerla de todos los lobos que acechaban ahĂ fuera. Aun asĂ, no podĂa evitar preguntarse quiĂ©n iba a protegerle a Ă©l de la dulce y luminosa belleza interior de Lucy.