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Las lises de Francia

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Las lises de Francia. Antonio Mira de Amescua

Fragmento de la obra

Jornada primera

(Sale un alarde, y uno con un estandarte lleno de sapos y otro con una pica y en ella una cabeza, y otro con una fuente y en ella una corona, y Clodobeo en un carretĂłn, vestido de romano con una corona de laurel y dos leones que tiran del carro y dos mĂșsicos, y Clodobeo saca una carta en las manos, y cautivos y presos. Canten.)

MĂșsica: "Bien merece Clodobeo

aqueste gallardo triunfo,

pues asombra con su nombre

las cuatro partes del mundo.

Ríndale el reino de España

y las naciones [adjuntos]

que el invicto Clodobeo

no es [moria] como los suyos."

Clodobeo: Si el triunfador es romano

y el que triunfa CĂ©sar es,

en los méritos le gano

pues soy Hércules francés

ya que no nacĂ­ Tebano.

Pero en una cosa fĂ­o

que aunque Roma mostrĂł brĂ­o,

en majestad y en blasĂłn,

nunca tuvo corazĂłn

de la grandeza que el mĂ­o.

Su fascinaciĂłn es tan alta,

su valor tan sin segundo,

que como lugar le falta,

quiere hacer su cuerpo al mundo

y asĂ­ de mi pecho falta.

Esa cabeza desvĂ­a

que con bĂĄrbara arrogancia

desde Italia pretendĂ­a

serlo del reino de Francia

sin tener miedo a la mĂ­a.

Alarde: ÂĄQuita! Que es caso feo;

que el invicto Clodobeo

siendo temido gigante

se espante de ver delante

la cabeza de un pigmeo.