Los Poemas de Vicente Espinel transformaron la estructura de la décima, conocida hoy como espinela en su homenaje. También se le conoce por añadir a la guitarra antigua su quinta cuerda (mi aguda o prima).
Durante los siglos XVII y XVIII, la espinela se usĂł con frecuencia para el epigrama y la glosa de otros poemas.
FĂ©lix Lope de Vega, en su El arte nuevo de hacer comedias en este tiempo de hacer comedias, escribiĂł que «las dĂ©cimas son buenas para quejas» en las obras teatrales, pero las empleĂł indistintamente para cualquier tema. Se usan en la poesĂa castellana como forma que, al igual que el soneto, es cerrada y apropiada para el poema redondo y el epigrama.
Espinel debiĂł su fama y la difusiĂłn mundial de su trabajo a otros dos grandes de las letras: Miguel de Cervantes y Saavedra y Lope. Ambos, al leer sus espinelas en el libro Diversas Rimas, quedaron impresionados. La expresividad de la estructura poĂ©tica alcanzĂł otro nivel con los cambios que ideĂł Espinel. Tanto asĂ, que le elogiaron a menudo en sus publicaciones.
Sin embargo, cuando hay que citar alguna décima como modelo, se recurre a las de
- Pedro CalderĂłn de la Barca,
- FĂ©lix Lope de Vega,
- Gaspar NĂșñez de Arce
- o incluso a autores contemporĂĄneos.Porque las «espinelas» de Espinel, siendo buenas, no alcanzan el mismo nivel de excelencia que las de sus discĂpulos barrocos.
Los Poemas de Vicente Espinel recorren casi toda la métrica de entonces, ensayando todas las estrofas posibles, incluida la llamada décima. En esta edición recogemos algunos de sus poemas sueltos dispersos en otras obras, siguiendo la agitada trayectoria literaria del autor.
Esta selecciĂłn contiene:
- Octavas
- Sonetos
- Carta
- Canciones
- Ăgloga de Liseo