Durante siglos, la cultura occidental ha sido cristiana. Basta mirar las catedrales y los museos, las leyes y las relaciones Iglesia-Estado, las universidades, las fiestas populares o las costumbres morales. El autor denomina a esa época "cristiandad".
Sin embargo, la sociedad de nuestros días se asemeja más al entorno pagano de los primeros siglos del cristianismo. Durante aquel período de "misión apostólica" el mundo conocido va deslumbrándose ante la potencia de un mensaje que se abre paso a contracorriente.
El autor invita a explorar estrategias pastorales en sintonía con aquellos primeros cristianos. Pueden aplicarse a la familia, a las parroquias y a todos los entornos formativos, también entre quienes se aproximan a la fe en busca de respuestas.