No todo el mundo sabe que Dios es real hasta que les cuentas tu testimonio. Es cuando la gente escucha tu historia real cuando te conoce, te quiere y confĂa en ti. Y quieren hacer negocios contigo, dĂĄndose cuenta de que todo lo que parece bonito tiene un precio. El que estĂĄ dispuesto a pagar el precio que sea necesario para hacer la voluntad de Dios vale mĂĄs para Dios que el que siempre busca un precio mĂĄs barato
Creo que todo el mundo estĂĄ dotado, pero algunos de nosotros nunca abrimos nuestro paquete. Cuando creemos con todo nuestro corazĂłn que haremos lo que estamos hechos para hacer. Porque lo que realmente queremos hacer es lo que realmente estamos destinados a hacer. Cuando hacemos lo que estamos destinados a hacer, se nos abren las puertas, nos sentimos Ăștiles y el trabajo que hacemos nos parece un juego. A veces podemos pensar que no somos lo suficientemente buenos, pero te sorprenderĂĄs a ti mismo si sigues intentĂĄndolo. Eres capaz de lograr mĂĄs de lo que crees. El mundo necesita que hagas brillar tu luz con mĂĄs intensidad. Recuerda a los olvidados por el mundo. Las viudas, los quebrados y las almas perdidas. SĂ© la voz de los que no son escuchados. Haz lo que es correcto para ellos, incluso si no se espera, no se nota o no se requiere. TĂș eres una respuesta a su problema, una llave para la nueva puerta de alguien, una señal en el camino de alguien. âBrille vuestra luz delante de los hombres, de modo que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que estĂĄ en los cielosâ. (Mateo 5:16)