Desde mediados de los años ochenta, mĂșltiples y nuevas ramas del derecho privado parecen haber surgido en el ĂĄmbito de la teorĂa del derecho. Desde el llamado "derecho de la moda", pasando por el derecho de la publicidad hasta llegar al derecho del deporte, estas nuevas subespecializaciones jurĂdicas se han convertido en centro de atenciĂłn. No todas ellas ây sin entrar en un detenido anĂĄlisis exegĂ©tico impropio de este espacioâ son autĂ©nticas ramas jurĂdicas, pero todas tienen algo en comĂșn: son el resultado de un enorme desarrollo del trĂĄfico econĂłmico cuyas implicaciones jurĂdicas, derivadas de sus propias necesidades regulatorias, asĂ como de sus conflictos sectoriales, les son propias. AsĂ, por poner sĂłlo un ejemplo, el deporte profesional se configuraba como un espectĂĄculo, generalmente limitado al ĂĄmbito nacional a principios de siglo, y hoy se ha convertido en una actividad empresarial de proporciones econĂłmicas planetarias. No es extraño, por tanto, que, ante un cambio de esa realidad el derecho de ese sector âcomo el de tantos otrosâ se haya adaptado a las nuevas exigencias del trĂĄfico econĂłmico.