Pasó el tiempo en que los fines individuales y colectivos de la educación, desde la perspectiva del alumno o del profesor, estaban claros o podÃan darse por sentados. La pluralidad de objetivos de los sectores implicados, la rápida sucesión de las reformas institucionales, las incertidumbres respecto del cometido profesional - por no hablar ya de la diversidad individual y colectiva - las crecientes demandas de libertad y experimentación, la multiculturalidad sobrevenida o la globalización rampante dibujan un nuevo escenario a la vez atractivo y amenazador, pleno de oportunidades pero trufado de riesgos.
El cambio social sobrepasa el ritmo del cambio escolar; el valor del trabajo se tambalea en la sociedad del conocimiento; el derecho a la ciudadanÃa se ve abocado a un inevitable forcejeo con los lÃmites del Estado-nación; familia y escuela no consiguen hallar el camino del diálogo; los criterios sociales de igualdad y justicia encuentran difÃcil acomodo en la escuela; las organizaciones escolares chirrÃan ante las turbulencias de su entorno; la profesión docente se debate en busca de una identidad satisfactoria.
Esta obra propone examinar con distancia, pero con profundidad, los procesos de cambio en que se hallan inmersas la institución escolar y la profesión docente para, asÃ, devolver a ambas el papel activo que antes tuvieran en el desarrollo social.