Caillen McEntrie tenĂa muy buena memoria. Este era un hecho fehaciente que corroborarĂa cualquiera que lo conociese. Recordaba cosas que habrĂan pasado desapercibidas para cualquiera: El aroma de la brisa al colarse por una ventana el dĂa en que Alana muriĂł, el color del cielo el dĂa en que Daphne bajĂł del carruaje y lo vio asomado a la ventana. El olor de la hierba mojada sobre su tumba⊠Ese tipo de cosas. Aunque no era eso lo Ășnico que era capaz de memorizar con una precisiĂłn matemĂĄtica». Augusta OâSullivan es la mejor amiga de Kenneth. Bueno, la Ășnica, para ser precisos y eso, lejos de favorecer a sus intenciones va totalmente en contra de ellas. Augusta, ademĂĄs, le tiene miedo a los caballos y ÂżquĂ© podrĂa haber peor que eso para un McEntrie? Cualquier cosa que tenga que ver con un McDonald, es cierto. âA veces me maravilla tu capacidad para menospreciarte. âSoy realista. âEres estĂșpida, eso eres âdijo la otra visiblemente enfadada. âGracias, eso me ayudarĂĄ a no menospreciarme». Un misterioso mendigo, una joya robada, los MacDonald creando problemas y nuestros protagonistas intentando seguir el camino que les dicta su corazĂłn. ÂżPreparadas para una nueva aventura?