Desde la tradición pedagógica, suele pensarse que, durante este primer tiempo de iniciación, lo que los niños necesitan para estar felices y contentos es que se les ofrezcan juegos y actividades atrapantes que los distraigan y eviten, así, que se angustien por el hecho de no estar con sus familias. En este libro, sin desestimar la posibilidad de ofrecerles juegos y actividades novedosas que los entretengan, la perspectiva desde la cual se mira este período es otra.
La propuesta es doble: por un lado, aportar dos miradas particulares sobre el proceso que este período implica atravesar y, por el otro, ofrecer herramientas teóricas y prácticas que ayuden a pensar qué y cómo hacer para que el ingreso y la integración a la vida institucional se constituyan en aprendizajes cargados de sentido y significación. Trascendiendo los meros juegos distractores se propone el diseño de planificaciones estratégicas que creen las condiciones de posibilidad para que niños (y también a sus familias) puedan canalizar la ansiedad y/o posible angustia que lo nuevo por conocer provoca e integrarse a la vida institucional desde la conformación de un grupo que actúe de sostén para el aprendizaje.