En su forma clásica y más popularizada, la actividad detectivesca obedece a unos cánones, en particular al ideal clásico occidentalizado que promueve la supremacía de la racionalidad sobre la intuición, la emoción y la superstición. La figura del detective en las formas detectivescas tradicionales y los modelos subversivos del género viene a cuestionar por lo tanto la predominancia del Positivismo, del Racionalismo y del Cientificismo como fundamentos ideológicos en la novela detectivesca.
Esta investigación pasa revista a las características generales y los valores culturales del género detectivesco, con singular énfasis en las cuestiones de identidad que plantea el modelo subversivo.
Explora unas prácticas detectivescas en sociedades tradicionales y analiza la figura del detective en unos universos ficcionales que subvierten los moldes clásicos, recalcando la idiosincrasia del mismo en función de su vinculación espacial, étnica, social, cultural, racial, genérica o de su orientación sexual. Desde luego, es discutible afirmar que el detective lleva sui generis la impronta de la civilización industrial, pues esta figura viene perpetuada secularmente por sociedades tradicionales por el mundo.
Nos consta que esta percepción de las cosas sólo obedece a unas consideraciones ideológica, histórica y culturalmente justificables, única y sumamente desde una triple perspectiva: Occidentalismo, Racionalismo y Modernidad.