Dificilmente pudiera concebirse para Guatemala película más hermosa que la escrita en el guion de los Acuerdos de Paz. Sumerge al quetzal en la perplejidad la distancia entre el papel y la realidad; la paradoja de que la perfección del contenido de los Acuerdos -su encarnación de la paz positiva y contempmación de las raíces del conflicto, de la problemática de la construcción de la paz en Guatemala en su sentido último- constituya al mismo tiempo razón de la debilidad de su ejecución, y nos dispara éste sus preguntas, que estos ensayos sobre la construcción de la paz en Guatemala se plantean responder.
Sea en la proximación a la problemática de la construcción del Estado en Centroamérica, de la pacificación regional en Esquipulas II, del proceso guatemalteco y sus lecciones o del proceso de incorporación de la URNG, nos ofrece al tiempo Manuel Montobbio una reflexión sobre el qué, por qué, para qué y cómo de la construcción de la paz, la democracia y el desarrollo y sobre el hacer de la Historia en Guatemala. Una reflexión fruto de la maduración de la experiencia y la razón en el tiempo, acometida con la vocación de transformar la memoria en esperanza, mirar hacia el pasado para construir el futuro. Concebir los Acuerdos de Paz no sólo como el guion de una película, y preguntarnos qué pasó con los actores, la dirección, la filmación o la financiación de los decorados; sino también contemplarlos como el cuadro, el esbozo de la escena final de la Guatemala hacia la que queremos dirigir nuestro caminar en la Historia, orientar nuestro navegar, sacar al quetzal de su perplejidad.