Noche y día es una novela que, bajo la apariencia de una narración realista tradicional, alberga una profunda reflexión sobre el amor, la independencia y el lugar de la mujer en la sociedad eduardiana. La historia sigue a Katharine Hilbery, joven inteligente y reservada que vive en el prestigioso entorno literario de su familia, heredera de una tradición cultural que, sin embargo, no le proporciona un propósito vital claro. Su vida se ve alterada cuando conoce a Ralph Denham, un joven abogado de clase media, ambicioso y con un fuerte sentido de superación, cuya visión del mundo choca y, a la vez, fascina a Katharine.

Paralelamente, Mary Datchet, amiga de Katharine, trabaja incansablemente en una oficina dedicada a la causa del sufragio femenino. Su perspectiva, más independiente y comprometida con la acción política, contrasta con la vida protegida y acomodada de Katharine. A este círculo se suma William Rodney, pretendiente formal de Katharine, hombre culto y estéticamente refinado, que representa la seguridad y la estabilidad, pero también las ataduras de las convenciones sociales.

El desarrollo de la trama avanza entre conversaciones en salones londinenses, paseos por las calles y jardines de la ciudad, y debates intelectuales que revelan las tensiones entre tradición y cambio. Woolf retrata con precisión la complejidad de los sentimientos que surgen entre los personajes: la atracción intelectual, la incomodidad ante las diferencias de clase, el deseo de independencia y el temor a la soledad.

La relevancia de Noche y día reside en su capacidad para entrelazar la vida íntima con el contexto social, mostrando cómo el amor y las decisiones personales están condicionados por las estructuras de género y las jerarquías sociales. Es un retrato elegante y penetrante de un Londres en transformación, que anticipa la maestría psicológica de la autora en sus obras posteriores.