Latimer es un joven frĂĄgil y enfermizo, con la sensibilidad del poeta: inĂștil para toda actividad utilitaria que pudiera hacerle ocupar un lugar en
la sociedad, pero despierto a la belleza del arte y la naturaleza. SerĂa el prototipo del hĂ©roe romĂĄntico, si no fuera porque Latimer es un poeta mudo [...] Tras el embate de una enfermedad indefinida se descubre poseedor del don de la clarividencia. La clarividencia de Latimer es una inusual incursiĂłn de Eliot en el terreno del romanticismo y el gĂłtico, por no hablar de la resucitaciĂłn de una muerta âla oscura señora Archerâ, mediante una transfusiĂłn. Como en Frankenstein, que lo precede y que probablemente Eliot haya leĂdo, aquĂ tambiĂ©n la ciencia, y la ambiciĂłn intelectual que la acucia, se presentan como un peligroso catalizador de la desgracia.