A mediados del siglo XVI, tras la celebración del Concilio de Trento, la cristiandad mantuvo un fuerte pulso con las corrientes reformadoras. En medio de este caos religioso, el cardenal Cristoforo Madruzzo, máxima autoridad espiritual y terrenal en el principado de Trento, que había luchado contra los excesos y el nepotismo de algunos pontífices y otras altas jerarquías de la Iglesia de su tiempo, recibe un extraño presente mientras se encuentra en el Magno Palazzo: la cabeza cortada de uno de los jefes militares del principado tridentino.
Madruzzo envía al capitán Domenico Tonelli a esclarecer las causas de este asesinato y, paralelamente, manda también a Bruno y Angiolo, un restaurador de obras de arte y un jardinero vinculados profesionalmente con el principado, a realizar un viaje que les llevará a sus pueblos de origen, que no visitan desde hace años. Los acontecimientos que ocurrirán a lo largo de este apasionante periplo, donde no faltan ingredientes como intriga, traiciones, amor, rebeliones, sexo y esoterismo, cambiarán por completo las vidas de sus protagonistas.