En Los anteojos del Fabulista el autor nos narra sus vivencias y nos ofrece una guĂa de uso para poder leer y escribir y despertar la pasiĂłn que ĂŠl mismo siente por ello, y nos dice puntualmente: "Las pĂĄginas de este libro no pretenden instruir a nadie de nada, pues tal vez sea esa una empresa imposible, pero sĂ, al menos, sostener el aliento de aquellos que empiezan a leer y a escribir o de aquellos otros que, ya entrados en este oficio, no quieren desalentarse".