Repentinamente, en marzo de 2020 nos colmamos de incertidumbre, fatalismo y esperanza. Como si alguien mĂĄs hubiera escrito justo lo que temĂamos, sentĂamos o imaginĂĄbamos con locura, de pronto notamos que el mundo ya giraba diferente y que habrĂa de resguardarse en casa: el enemigo invisible extendĂa su alcance y su rastro. Esas lejanas, peliculescas distopĂas se volvieron la inquietante realidad. Como algo habĂa que hacer con ella para preservar unas pizcas de cordura, la convertimos en un concurso literario. Minificciones desde el encierro antologa los cincuenta microrrelatos ganadores de esa convocatoria, lanzada apenas unos dĂas despuĂŠs del inicio de la cuarentena que nos tomĂł a todos incrĂŠdulos pero tambiĂŠn creativos. Nunca sabremos si los autores habrĂan escrito otras historias ya habituados al confinamiento, lo que sĂ es seguro es que estos magnĂficos textos âjunto con algunos mĂĄs de plumas consagradasâ son un testimonio de la forma en que afrontamos, desde el ingenio verbal, la crisis sanitaria causada por el COVID-19.